• Revela encuesta de OCC que 9 de cada 10 trabajadores mexicanos ven esta iniciativa como una oportunidad de bienestar.
  • Señalan encuestados que la ley reduciría la fatiga y mejoraría la salud física, aunque destacan desafíos como el costo de adecuar espacios y la resistencia al cambio en algunas organizaciones.

Tlalnepantla, Estado de México, a 21 de noviembre de 2024. El pasado 2 de octubre, la Cámara de Diputados aprobó la “Ley Silla”, una reforma a la fracción V del artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo, orientada a mejorar las condiciones laborales de quienes trabajan de pie por largos periodos. La iniciativa busca proteger la salud y bienestar de estos trabajadores mediante la creación de espacios laborales más seguros que prevengan riesgos y aumenten la productividad. Este proyecto ha sido enviado al Senado para su discusión; de aprobarse, los empleadores deberán proporcionar sillas con respaldo a sus trabajadores y permitirles descansos periódicos.

En este contexto, OCC, la bolsa de trabajo en línea líder en México, realizó una encuesta reciente, donde el 60% de los participantes afirmó haber escuchado sobre la Ley Silla. Además, el 92% consideró que esta iniciativa mejoraría las condiciones de los trabajadores en México (51% de forma considerable y 41% en cierta medida).

Del total de los encuestados, 3 de cada 10 señalaron que trabaja de pie la mayor parte del día o parte de su jornada (53% de ellos en Comercio al por menor), mientras que el 68% señaló que no realiza sus labores en esta posición.

De igual forma, los encuestados compartieron cuáles son las causas del miedo al fracaso en el entorno laboral. Al respecto, 4 de cada 10 trabajadores mencionaron que una de las razones de este temor es una mala cultura laboral en los centros de trabajo, mientras que el 36% atribuyó el miedo a la falta de liderazgo, 17% señaló que las críticas negativas son el principal factor y un 7% mencionó que el detonante es la alta competitividad en el mercado laboral.

Más de la mitad de quienes trabajan de pie (56%) señaló que contar con una silla o asiento mejoraría su bienestar físico y emocional en el trabajo y un 36% indicó que al menos reduciría algunas molestias.

De este universo de encuestados, la mayoría lo hace entre 4 y 8 horas al día (47%); un 35% trabaja de esa forma más de 8 horas; un 15% entre 2 y 4 horas; y solo un 3% lo hace menos de 2 horas. Cabe destacar que los trabajadores de la Industria Manufacturera son los que pasan más horas laborando de pie (48% entre 4 y 8 horas y 38% más de 8 horas).

Asimismo, la mitad de los trabajadores que laboran de pie experimentan constantemente molestias físicas como dolores de espalda y piernas cansadas; 39% reportó que padece este tipo de molestias en menor medida y solo 8% aseguró no sentir ningún malestar.

En cuanto al apoyo de sus empleadores:

  • 45% aseguró que no tiene ningún tipo de apoyo en su empleo para mitigar el cansancio por trabajar de esa manera.
  • 26% mencionó que sí recibe apoyos para descansar.
  • 29% señaló que sí tiene apoyo, pero no lo consideran efectivo.

Las opiniones sobre los retos para implementar esta ley son divididas: el 50% cree que los empleadores enfrentarán dificultades, mientras que la otra mitad no lo considera así. Los trabajadores en la Industria Manufacturera son menos optimistas, pues el 66% considera que sus empleadores tendrán problemas para cumplir con la ley.

Al cuestionar a todos los encuestados sobre los beneficios y retos de implementar la Ley Silla, destacaron los siguientes:

Beneficios

Reducción de fatiga y estrés laboral (65%)

Mejora en la salud física de los empleados (50%)

Fomento al bienestar y satisfacción del empleado (45%)

Aumento de la productividad (24%)

Cumplimiento de normativas laborales (21%)

Retos

Resistencia al cambio por parte de los altos mandos (42%)

Desinterés en cumplir la ley (38%)

Costos adicionales para adecuar espacios (35%)

Confusión sobre cómo aplicar la ley en ciertas áreas de trabajo (32%)

Falta de infraestructura adecuada (30%)

Más allá de la Ley, la encuesta exploró qué otras medidas de bienestar físico podrían mejorar las condiciones laborales de quienes trabajan de pie:

  • Rotación de tareas para evitar largas jornadas en una misma posición (60%) (vs 55% de los que laboran en servicios de salud y asistencia social).
  • Calzado ergonómico provisto por la empresa (58%) (vs 69% de los que se dedican al transporte, correo y almacenamiento).
  • Evaluaciones de salud periódicas (47%) (vs 47% de empleados en finanzas y seguros).
  • Programas de pausas activas (42%) (vs 50% de los que se dedican al comercio al por mayor).
  • Acceso a programas de bienestar, como fisioterapia, clases de yoga y de estiramientos, etc. (33%) (vs 44% de los que laboran en corporativos.

En cuanto a mejoras en el diseño de espacios de trabajo, los encuestados recomendaron áreas de descanso cercanas (56%), sillas ergonómicas (51%), flexibilidad en horarios (45%) y estaciones de trabajo con apoyo para pies (38%).

El sondeo fue realizado entre octubre y noviembre entre más de 2,200 trabajadores de diversos sectores, incluidos Industrias Manufactureras (13%), Alimentos y Bebidas (7%), Construcción (7%), Servicios Financieros y de Seguros (7%), Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones (7%), Comercio al por mayor (6%), Comercio al por menor (5%), Servicios de Salud y Asistencia Social (5%), Transportes, Correos y Almacenamiento (5%) y Corporativos (4%); el resto del total dividido en otros sectores.